¿Puede el mindfulness ayudar a los niños a encontrar momentos de calma?

Sí, los puede ayudar. En general, tendemos a asociar calma con ausencia de movimiento, pero no siempre es así. Hay niños que por su naturaleza necesitan integrar el movimiento a lo que están haciendo. Por ejemplo, en una ocasión, una maestra me compartió: “Uno de mis alumnos, de 5 años de edad, está todo el tiempo en movimiento y me es difícil que se siente a hacer una tarea… ¿Qué puede hacer el mindfulness por ese niño?”. Yo le respondí que, con la práctica regular, el niño podrá ser más consciente del movimiento que experimenta en su cuerpo y podría desarrollar la habilidad para autocontrolarse y manejar mejor su atención, siempre respetando su naturaleza y sin pretender forzarlo o manipularlo.

Esto significa que, si el niño es muy activo e inquieto, seguirá siéndolo, pero podrá serlo con más conciencia y sabiendo que existe un lugar interior donde él puede estar más en contacto con lo que necesita. También aprenderá a valorar los momentos de silencio y de pausa y, en algún momento, tendrá la fuerza interna para decidir cómo quiere hacer las cosas. En estos casos es muy importante la actitud y conciencia de los padres, educadores y maestros como referentes y ejemplos de calma interior.

Extracto del Libro Guía Práctica de Mindfulness para niños – Silvio Raij

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