Mindfulness o Atención Plena con mis hijos

Mindfulness o atención plena: La capacidad de estar atentos al momento presente, sin juzgar, simplemente observando lo que sucede.

Cada vez hay más familias integrando en su día a día la práctica de mindfulness o atención plena con sus hijos. Encontrando diferentes momentos en el día para parar, respirar, ver o sentir, lo que ocurre en el momento presente. Ya sea a la hora de comer tomándose un tiempo para agradecer por su alimento, realizando algunas respiraciones conscientes antes de ir a la cama o sentándose en un parque para sentir el aroma del lugar. Son muchas las formas en que podemos ayudar a nuestros hijos a tener estos pequeños espacios de presencia. Por supuesto que debemos comenzar por nosotros, no es tan común que ellos elijan tener espacios de quietud y silencios si nunca nos han visto hacerlo. Quizás puedas pedirle que te ayuden a crear un rincón en tu casa, pueden elegir juntos cuál puede ser, colocar algunos almohadones o mantita y decirles que ese va a ser el lugar donde pueden sentarse a respirar simplemente para estar tranquilos y en calma ó también a donde pueden ir cuando estén nerviosos o enojados. Todos respiramos, y en todo momento, pero cuántas veces tenemos presente que la respiración puede ayudar a calmarnos. Si le enseñas a tus hijos que la respiración puede ser su mejor amiga, podrán recordarlo en aquellos momentos en que la precisen. Invítalos a que se sienten con la espalda recta, las piernas cruzadas y simplemente respiren, observando el movimiento de su abdomen (inhalo y mi abdomen sube, exhalo y mi abdomen baja). Comienza con unos pocos minutos y luego pueden ir aumentando. Lo mejor es incorporar una rutina, puedes elegir practicarlo antes de ir a dormir por ejemplo.

También puedes practicar la atención plena cuando te estás moviendo, realizando una caminata consciente desde el comedor hacia el cuarto, caminando muy lentamente y estando completamente atento a cómo se apoyan tus pies a medida que das un paso. Nuestro cuerpo siempre hace lo que le pedimos pero pocas veces prestamos atención a todo lo que involucra tener que dar un paso: levantar el pie, apoyar dedos,  talón, mover la rodilla, etc. Luego puedes preguntarles qué partes de su cuerpo notaron se movían, al dar cada paso.

Incluso podemos practicar la atención plena jugando, sentándose de frente, en silencio, tratando de observar diferentes partes de la cara como: el tamaño de la boca, encontrar pecas o granitos que no habían visto antes, pocitos en las mejillas, color de pelo, y color y forma de los ojos. Cuántas veces nos tomamos un tiempo para mirarnos a los ojos y estar completamente presentes con nuestros hijos, es la excusa perfecta. Después puedes preguntarle qué observó y tú también contarle.

Estos pequeños ejercicios nos ayudan a parar, respirar y llevar la atención al momento presente. El único momento en el que podemos elegir que hacer.

El Mindfulness nos ayuda a fortalecer la atención, la concentración, a observar cómo nos sentimos, a ser más amable con nosotros mismos y también con nuestro entorno, entre otros muchos beneficios. Si deseas información por cursos para ti o tus hijos, puedes acceder a las páginas web: www.espaciosati.uy    / www.satikids.uy

Gracias por leernos.

 

 

 

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *